Por Jeremy Stevenson, Voluntario de VE, mayo 2013
Vivir en un país extranjero y hacer un voluntariado con niños no es algo totalmente nuevo para mí. Hace cuatro años viví por un corto período en Bolivia, en donde aprendí español y trabajé como voluntario en un hogar de niños. Fue una experiencia espectacular.
Actualmente me encuentro viviendo y trabajando en Chile, y a pesar de que veo varias similitudes en la naturaleza de mis vivencias acá y las que experimenté en Bolivia, también existen muchas y cruciales diferencias.
La primera es en relación al español que se habla en Chile. Mientras que el español boliviano es un paraíso para gente que está recién aprendiendo el idioma, siendo pausado y claro, el español chileno es hablado a la velocidad de la luz y es un acertijo de modismos, como sólo lo he visto en mi país de origen, Australia. El pequeño ego que había logrado desarrollar mientras viajaba por Sudamérica antes de venir a Chile rápidamente desapareció al tiempo de mi llegada a este país.
Me vi a mí mismo escuchando largas oraciones de la gente local y entendiendo sólo una o dos palabras (como ‘el’ y ‘que’). Sin embargo, no hay duda de que el español chileno tiene un sabor único y contiene un cierto encanto. Algunas personas también dicen que si eres capaz de aprender español chileno, podrás entender español en cualquier parte del mundo. Así que cuando a veces me siento un poco desmotivado por usar mi español, será definitivamente bacán cuando logre conversar en un nivel más sólido. Además que en el mes que llevo viviendo en Chile ya puedo notar cómo ha crecido mi colección de modismos o chilenismos poh.
La segunda diferencia es en relación al hogar de niños en donde estoy haciendo mi voluntariado. Estoy trabajando en un hogar llamado Hogar Posada del Niño, el cual es un casa residencial para niños de edades entre los 5 y 18 años, que han sido asignados ahí por el sistema judicial de familia chileno. En comparación al ambiente relativamente más relajado en el cual trabajé en Bolivia, este hogar representa un mayor desafío. Quizás la gran cantidad de testosterona influye en que los niños sean más físicos y menos obedientes y respetuosos.
Durante mi primer día en el hogar pude prever lo que serían mis primeras tres semanas. Hubo momentos en los cuales pensé “esto va a ser demasiado”, pero éstos fueron balanceados por otras experiencias enriquecedoras, como conversar con niños que curiosos me preguntaban acerca de mi país y la inmensa cantidad de animales peligrosos que allí viven. Desde ese momento, me han tirado agua, me han gritado “ándate de aquí”, y ha habido niños que no han querido escuchar instrucciones básicas. Sin embargo, ha habido chicos dispuestos a ayudarme con mi español, que me han suplicado que no me vaya, y que me han pedido que los levante en brazos hasta que mis extremidades no dan para más.
Entonces, a pesar de que ha habido numerosos momentos difíciles, y habrá muchos más, también han existido vivencias muy positivas. Mi modesta experiencia de vida hasta el momento me ha enseñado que el crecimiento personal generalmente necesita de algún nivel de incomodidad. Además siento que las dos semanas de capacitación que recibimos en VE me prepararon bien para esta experiencia, particularmente el tiempo que compartimos con los antiguos voluntarios.
Consciente de que los próximos tres meses se pasarán volando, acepto con los brazos abiertos los nuevos desafíos que me esperan en el camino.
Quiero servir como Voluntario, como o con quien debo comunicar, Gracias!
me ha encantado tu articulo,lleno de sentimiento y expresado de forma clara ,sencilla y transmitiendo al corazón,felicidades
yo también quisiera ayudar en la medida que pudiera con mi persona,pero no se los pasos a seguir,por favor ,ayúdedme,
Felicito a Jeremy por su sinceridad, entusiasmo y excelente disposición. La verdad, nosotros deberíamos disculparnos por lo mal que hablamos. Lamentablemente los chilenos ocupamos cada vez menos palabras para expresarnos, basándonos en excesivos modismos y sin mencionar adecuadamente las últimas sílabas de las palabras. ¡Paciencia Jeremy!.
Agradecemos tu esfuerzo, como a todos los voluntarios. Le deseo una excelente estadía en Chile y ojalá pueda tener tiempo para recorrerlo de Norte a Sur, o a la inversa, pues es muy hermoso.
Un abrazo, Balsamina Burgos