Por Peter Roth, Voluntario de VE Global, Septiembre 2015
Hace poco, tuve una videollamada con mi buena amiga Brianna, quien me presentó VE Global. Solo pudimos hablar por un momento, y estaba muy emocionada de saber todo acerca de los niños, VE Global y mi vida aquí en Santiago. Antes de que me diera cuenta de que la conversación había terminado, se me olvidó lo más importante: darle las gracias. Sé que voy a estar eternamente agradecido de Brianna por haberme conectado con VE Global.
Gracias a Brianna, ahora soy parte de la familia amorosa, energética y muy unida de Domingo Savio. Es difícil para mí expresar en palabras la energía que se vive dentro de esta comunidad. Mi primer día en el club, estaba sentado al lado de un niño de trece años, disfrutando de la comida casera diaria que cocina la Tía Magali, cuando de repente se volvió hacia a mí y me preguntó, “Tío Pedro, ¿qué es lo que más te gusta de Santiago?” Le di una respuesta vaga, aunque ya me había enamorado de la ciudad hace dos semanas. Sin embargo no pude explicarle por qué. “¿Y tú?” le pregunté. Cuando él respondió este club, empecé a entender de lo que Domingo Savio se trataba. Este club es todo para ellos. En el club, los niños tienen un lugar seguro donde aprender, crecer, interactuar, querer, gritar, llorar, reír, y realmente lo aprecian. Como voluntario de VE, puedo ayudar a proporcionar ese espacio. Si me volviera a preguntar ahora, después de dos meses, qué es lo que más me gusta de Santiago, respondería también con este club.
Durante la hora de hacer las tareas y talleres, estoy junto al grupo de 18 de los niños más pequeños, quienes tienen de 5 a 9 años de edad. Pasar tanto tiempo con los niños más pequeños me ha dejado un profundo respeto al crecimiento que ocurre durante esta edad tan importante. En tan solo dos meses, he visto a los niños crecer en su carácter y académicamente. Si bien la mayor parte de este crecimiento ocurre en su interior, hay momentos, especialmente en el ámbito académico, donde puedo ver los resultados directos de mi trabajo. Nunca me hubiera imaginado cuán gratificante podría ser enseñar una habilidad básica- como por ejemplo enseñar a pronunciar una combinación de letras o enseñar las multiplicaciones- hasta haberlo hecho. Una razón para venir a trabajar con VE Global era confirmar mi idea de querer seguir una carrera en educación. Después de trabajar en Domingo Savio, mi adicción a esa sensación de gratificación de haber enseñado un nuevo concepto validó mi sospecha de que enseñar es algo que quiero hacer.
Mi trabajo significativo como voluntario solo se complementa con la satisfacción, aventura y conocimiento del mundo después de vivir en un país nuevo. Desde llegar aquí, he tenido la oportunidad de conocer muchas nuevas maneras de vivir, comidas nuevas, un nuevo idioma y muchos nuevos amigos. Ya me siento realmente conectado con esta increíble ciudad y las personas que he conocido aquí.
Así que la próxima vez que hable con Brianna, me aseguraré de expresar cuán agradecido estoy con ella por haberme presentado VE y todo lo que me ha regalado.